Estando de 41 semanas de embarazo, sabemos que estás muy impaciente por conocer a tu bebé y disfrutar de las primeras caricias a tu bebé.
Mamá, ¡estás muy cerca de conseguirlo!
¡Estás haciendo un gran trabajo!
Estando de 41 semanas de embarazo, sabemos que te sientes tremendamente impaciente por conocer a tu bebé y disfrutar de las primeras caricias a tu bebé.
Y te entendemos: ¡levantarte a hacer pis cada 5 minutos tampoco es nuestra idea de diversión!
Pero no te preocupes: ¡tu bebé se está preparando para hacer su aparición estelar!
Puede que esté demasiado cómodo en tu vientre, pero pronto querrá saludar al mundo.
Puede que también te estés preguntando: ¿Es normal un embarazo de 41 semanas?¿Cuánto es el tiempo máximo que puede durar un embarazo? Mi fecha de parto ya se cumplió “hace tiempo”…
Pues bien, como te explicamos, a las 41 semanas de embarazo estás en buena compañía.
Tómate un minuto para poner los pies en alto, coge una bebida caliente y charlemos sobre todo lo que ocurre en esta etapa de tu embarazo.
En este articulo 📝
- ¿Qué precisión tienen las fechas de parto?
- Tu bebé en la semana 41 de embarazo
- Tu cuerpo a las 41 semanas de embarazo
- ¿Inducir o no inducir el parto? Esa es la cuestión
- Inducir el parto
- Cuida de ti en la semana 41 de embarazo
¿Qué precisión tienen las fechas de parto?
¿Sabías que si estás entre las 41 semanas y las 41 semanas + 6 días de tu embarazo, eres oficialmente clasificada como “embarazo tardío”?
Técnicamente hasta las 42 semanas no se dice que vas “retrasada”.
Así que respira y relájate: lo estás haciendo muy bien.
Aunque hayas superado tu fecha de parto, es muy probable que tu embarazo siga avanzando con normalidad.
Esto se debe a que las fechas de parto ¡no son demasiado exactas!
Menos del 5% de los bebés nacen realmente el día que estaba previsto.
La forma tradicional de calcular la fecha de parto consiste en contar 40 semanas desde la última menstruación, pero eso no tiene en cuenta que las mujeres tienen ciclos de distinta duración.
La precisión es mayor si se calcula desde la fecha de ovulación (si se conoce) o hacer una estimación a partir de una ecografía temprana a las 11-14 semanas.
Las investigaciones demuestran que contar con 40 semanas y 5 días desde la última menstruación proporciona una fecha de parto más precisa para las madres primerizas (o 40 semanas y 3 días para las veteranas).
Aproximadamente la mitad de las mujeres embarazadas se pondrán de parto espontáneamente en ese momento.
Por lo tanto, si estás embarazada de 41 semanas en este momento, casi la mitad de las mamás te acompañan.
Tu bebé en la semana 41 de embarazo
A estas alturas, el tamaño y el peso de tu bebé es similar al que tenía en la semana 40 de embarazo.
Por lo tanto, podría pesar entre 6 y 9 libras (entre 2,7 y 4 kilos), es decir, aproximadamente el tamaño de una calabaza o una sandía pequeña y podría medir entre 19 y 22 pulgadas (entre 48 y 56 centímetros) desde la parte de arriba de la cabeza hasta el talón.
Como tu bebé ya tiene un tamaño apropiado para el parto, es posible que sientas que se mueve un poco menos.
El útero es un espacio cada vez más estrecho para el feto.
Pero es posible que sigas sintiendo al menos unas cuantas patadas y movimientos al día.
Si tienes alguna duda, consúltalo con tu médico.
Cuando haya pasado una semana desde la fecha prevista de parto, es posible que tu médico te haga algunas pruebas adicionales para comprobar que tu bebé está bien en su útero.
Esto podría incluir una “prueba sin estrés” para controlar la frecuencia cardíaca de tu bebé y una evaluación de los niveles de líquido amniótico.
Tu médico también se mantendrá atento a los signos de parto que puedas experimentar.
Tu cuerpo a las 41 semanas de embarazo
Sabemos que tener una barriga de 41 semanas de embarazo no es tarea sencilla.
Con la gran barriga que tienes y con el resto de efectos secundarios, no hay opción de que se te olvide el importante trabajo que estás haciendo dentro tuya.
Los síntomas que se experimentan a las 41 semanas de embarazo son muy similares a los de la semana 40 de tu embarazo: dolor de espalda y de pelvis, ganas de hacer pis con frecuencia, deposiciones blandas y, posiblemente, hemorroides (ouch).
También puede que quieras limpiarlo y ordenarlo todo para prepararte para la llegada del bebé.
Pero es posible que a estos arranques de energía les sigan repentinos deseos de tumbarte en el sofá, ¡y eso está muy bien!
¿Inducir o no inducir el parto? Esa es la cuestión
Con 41 semanas de embarazo y sin signos de parto, es probable que tu médico baraje la posibilidad de inducir el parto en caso de que el bebé no llegue pronto.
La inducción al parto es una intervención médica dirigida a que las contracciones den comienzo y tu cuello uterino se ensanche lo suficiente como para permitirte dar a luz a tu pequeño.
Inducir el parto o esperar a que empiece de forma natural tiene sus pros y sus contras, y tus propias expectativas y planes sobre el tipo de parto que quieres tener son muy importantes.
Así que veamos lo que implica en ambos casos.
Inducir el parto
Es útil tener en cuenta que existen diferentes prácticas en relación con la inducción al parto en función del país.
Por ejemplo, en EE.UU. es bastante habitual inducir el parto antes de las 42 semanas, mientras que en los Países Bajos y Suecia si se trata de un embarazo sin complicaciones no es habitual inducirlo tan temprano.
Hay evidencia que sugiere que la “inducción electiva” (es decir, cuando no hay ninguna razón médica particular para inducir el parto) a las 41 semanas de embarazo puede dar lugar a un parto más seguro para la madre y el bebé.
También puede reducir el riesgo de que sea necesaria una cesárea.
Si tu médico y tú decidís llevar a cabo una inducción al parto, tomarás una medicación para ayudar a dar comienzo a tus contracciones.
También es posible que el médico introduzca en el cuello del útero una especie de globo que se infla para ayudar a dilatar (ensanchar) el cuello del útero, y también puede ayudar a romper la bolsa.
Esperar
Esperar a que el parto comience de forma natural tiene otra serie de beneficios.
Cuando las hormonas (mensajeros químicos que intervienen en muchos procesos diferentes del cuerpo) provocan el parto de forma espontánea, algunas personas piensan que esto puede tener otras ventajas.
Entre las ventajas se encuentran las siguientes: la experiencia del parto es más relajada y la lactancia materna puede ser más fácil.
Pero, como es lógico, esto no significa que la inducción al parto vaya a ser un obstáculo para ello.
Si estabas planeando un parto sin medicación, puede que prefieras decantarte por la inducción al parto.
Pero si ya contabas con la epidural (u otros analgésicos) para salir adelante, puede que la inducción no sea un cambio tan drástico.
En definitiva, tanto si te decantas por la inducción a las 41 semanas de embarazo como si esperas unos días más, es fundamental que tu médico te dé todos los datos para que puedas tomar una decisión bien fundamentada.
Tú puedes, mamá. Elijas lo que elijas, estará bien
¿Deberías intentar ponerte de parto?
Todos conocemos los trucos caseros para provocar el parto de forma “natural”, desde el sexo hasta la comida picante o el aceite de ricino.
Pero ¿deberías poner en práctica alguno de estos trucos para iniciar el proceso de parto?
Por desgracia, no existe casi evidencia sobre la eficacia de ninguno de estos métodos.
Pero, lo que es más importante, no pruebes ninguno de ellos sin consultar antes con tu médico.
Entendemos que debe ser frustrante que el bebé no haya llegado todavía, pero puede que este simplemente necesite un par de días para estar preparado.
Cuida de ti en la semana 41 de embarazo
Así que, tanto si tienes fecha para inducir el parto como si dejas que la naturaleza siga su curso, ¿por qué no aprovechas estos últimos días de embarazo para descansar y darte algún capricho?
Ponte a ver una película, date un paseo relajante (a ser posible con un baño cerca) o pídele un masaje de tu pareja.
¡Disfruta de tu libertad, mamá, porque el bebé estará aquí en muy poco tiempo!